El capellán de la Bolsa de Londres propuso en su blog que se marque "de por vida" a las personas homosexuales, a quienes acusó de transmitir "enfermedades fatales".

El Reverendo Peter Mullen, clérigo de la iglesia anglicana británica, tuvo la infeliz idea de sentenciar en su blog que la homosexualidad "es claramente antinatural, una perversión y corrupción de los instintos naturales y afectivos, por lo que es causa de enfermedad fatal".

No contento con ello, y tras este contundente alegato, el clérigo se permite proponer medidas para que las personas homosexuales sean identificadas a distancia. Rescatando la idea de los mensajes impresos en los paquetes de cigarrillos, sugiere Mullen la posibilidad de que se tatúen en la espalda el lema "la sodomía puede dañar seriamente su salud", o en la barbilla (para que quede más visible) "las felaciones matan".

Concretamente, una práctica que recuerda las imágenes de los judíos en campos de concentración con números tatuados en sus muñecas y estrellas de David cosidas a sus harapos. Sin embargo, hoy, seis décadas después de aquella barbarie, algunos siguen pensando que ése es un buen sistema para clasificar y etiquetar a los seres humanos.

El comentario ya ha sido retirado de internet, y las reacciones no se han hecho esperar. La OutRage!, asociación LGBT de Inglaterra, ha solicitado su dimisión, al tiempo que el Obispo de Londres ha calificado el comentario de "sumamente ofensivo" y asegura que se llevará a cabo una acción disciplinaria.

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