Dentro de la próxima remodelación del Tribunal Constitucional, han de nombrarse cuatro nuevos jueces, y dos de ellos serán a propuesta del Partido Popular. Los conservadores están intentando que sean Francisco José Hernando y Enrique López, Presidente y portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) saliente.

Tanto López como Hernando fueron claros obstáculos en contra de la ley de matrimonio homosexual, votando a favor de un informe donde en un principio el vocal José Luis Requero comparaba el matrimonio entre personas del mismo sexo con la zoofilia, aunque al final se eliminó esa referencia. También están a favor de la actuación de la jueza Laura Alabau, a la que apoyaron que interpusiera la cuestión de inconstitucionalidad y votaron a favor de quitarle la sanción impuesta por negarse a celebrar bodas homosexuales.

De todas formas, estos vocales, en caso de ser elegidos, se pueden volver en contra del propósito del PP de que su recurso contra el matrimonio fructifique, puesto que al haber votado a favor del informe contrario del CGPJ, podrían ser recusados, con lo que el ala conservadora quedaría en franca minoría.

Por otra parte, ayer el PSOE adelantó el nombre del que será nuevo presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, un hombre de fuertes convicciones religiosas católicas, lo que parece haber generado malestar en el sector progresista, mayor si se tiene en cuenta que el magistrado elegido por el PP para que sea el vicepresidente es el conservador Fernando de Rosa, que estaba en contra de leyes progresistas como la de igualdad, en su etapa de Consejero de Justicia de la Comunidad Valenciana.

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